Desde de los inicios de la Pandemia que afecta a Chile y el mundo, en nuestro Lycée hemos designado a diferentes grupos de funcionarios para que conformen un Comité de Crisis. El objetivo del comité, tiene relación con abordar toda la información referente a la prevención de Covid19, así como también la responsabilidad de diseñar los protocolos internos de seguridad e higiene en el establecimiento.
Un área que participa activamente en este grupo, y que históricamente ha cumplido un rol fundamental en la salud de nuestros estudiantes y funcionarios, es la Enfermería. María Arriagada y Paulina Arthur son las responsables de esta área, siendo un completo desafío para ellas replantear lo que normalmente era una interacción directa con el o la paciente; hoy, nuestras profesionales de la salud han diseñado un sistema de trabajo online cuyo enfoque va principalmente en el bienestar y la salud mental de los estudiantes y funcionarios del Lycée Charles de Gaulle.
Conversamos con Paulina y María, a fin de conocer cada una de sus percepciones con el trabajo realizado en los últimos 7 meses. En adelante, las respuestas serán representas con una M, cuando María conteste la pregunta, y con una P, cuando Paulina sea quien responda.
De izquierda a derecha, María Arriagda y Paulina Arthur. Enfermeras del Lycée Charles de Gaulle de Concepción.
¿Cómo ha sido para ustedes enfrentar esta situación inédita y llevar la responsabilidad de promover el autocuidado entre los estudiantes, profesores y administrativos del Lycée?
M: Para mí, es una cosa positiva y negativa. Lo negativo, es que en mi sistema mental no era posible que una enfermera –de salud escolar, con 35 años de trayectoria- trabajara de forma online. No estar en contacto con el paciente, el alumno, ha sido todo un desafío; uno los cuida por un periodo establecido, con horarios, programas, etc. Esta pandemia ha sido realmente increíble, a mí personalmente me descolocó. Me preguntaba “¿Qué hago acá?” porque esto me dejó paralizada al principio. Sin embargo, mientras trabajaba con colegas de otras ciudades y junto al apoyo de Paulina me di cuenta que había que adaptarse rápidamente y, a pesar que yo tengo una formación menos tecnológica, noté que existe una flexibilidad mental para seguir adelante.
El aporte de enfermería es realmente importante. Tanto los que están en primera línea (hospitales), como también los que trabajamos en educación. Para nosotras la tarea es la prevención ser las responsables de promover el autocuidado.
P: Así como para todos, ha sido una transición constante. Yo creo que lo principal ha sido reinventar la enfermería escolar. Concuerdo con María, porque la enfermería no sólo tiene la atención directa, sino que también promover hábitos saludables y el autocuidado. Vemos lo que hemos logrado hasta ahora y de verdad que se nota un avance. Hay un trabajo de salud mental y en base a eso podemos ayudar a la comunidad escolar completa.
Con la Pandemia surge un comité de crisis en el Lycée, ¿Cómo ha sido conformar el comité desde el punto de vista de la enfermería?
P: Ha sido un trabajo arduo, uno empieza en una línea y luego van saliendo varios detalles y te das cuenta que todos son importantes. En este comité quedó claro la importancia de trabajar en equipo, con el área de prevención, administración, gerencia, comunicaciones, etc. Finalmente te das cuenta que cada uno es un complemento para el otro.
¿Cuál ha sido el mayor desafío?
M: Yo creo que más que un desafío, para mí es una instancia para realizar algo que siempre predico y trato de hacer: trabar en equipo. Sé que puede ser difícil, pero siento que a veces no está bien comprendido. Es necesario consultarse, preguntarse entre los colegas. Necesitamos intervenir todos juntos, este comité de crisis ha sido una instancia que me ha sorprendido porque trabajar a la par era algo que no ocurría muy a menudo. Esto ha sido un aprendizaje para todos y ha sido muy gratificante, yo lo valoro mucho. Es como sueño, todos podemos aportar, comentar, y lo importante es que nos valoramos y nos respetamos entre todos.
Ahora bien, el mayor desafío para nosotras como enfermeras ha sido el cómo tratar la parte de la salud mental. Los profesores están pasando por situaciones dispares, todos lo vivimos de maneras diferentes: Tenemos familia, hijos, pareja que nos hacen vivir esta pandemia de una forma muy particular. Los alumnos, también tienen una situación especial, nosotras hemos realizado un diagnóstico y vemos cómo han estado; nos hemos dado cuenta que la pandemia sí nos ha desequilibrado a todos. El desafío más grande para nosotras es estar preparadas para abordar la parte afectiva de los alumnos y de los funcionarios. Queremos cumplir con la contención para todos y todas.
Exitoso segundo proceso de vacunación en el Lycée
El pasado 20 de octubre Concepción pasó a la fase 2 del plan Paso a Paso, es decir, etapa de transición. Esto permitió el reingreso de funcionarios al establecimiento y con ello la posibilidad de llevar a cabo un segundo proceso de vacunación. El equipo administrativo del Lycée rápidamente desplegó a sus equipos con el fin de sanitizar y preparar el establecimiento para llevar a cabo el Programa Nacional de Inmunización de nivel 4éme (Campaña de vacunación para este nivel).
La experiencia previa, en la campaña de vacunación contra la influenza realizada en mayo, permitió que el equipo de auxiliares y la dirección pudiesen tener mayor control y dominio en la ejecución de la actividad.
Al respecto, las enfermeras nos cuentan que fueron 61 los alumnos que recibieron las dosis y además destacaron la excelente organización por parte de administración y el área pedagógica.
Respecto al proceso de vacunación para los alumnos de 4éme, ¿Cuáles son sus impresiones?
P: En la parte administrativa, la organización estuvo excelente. Haber tenido varios procesos de vacunación nos da la tranquilidad de que podemos ejecutarlo bien, a pesar de lo repentino que puedan ser estos procesos queda demostrado que trabajando en equipo lo hacemos bien., Para mí fue muy agradable volver al lugar de trabajo y encontrarse con un equipo que funcione y que todos van en pro del mismo proyecto.
Esto es muy alentador, me da mucho ánimo y en cuanto a los alumnos es una alegría verlos, en realidad están cambiados, están muy grandes. Hay un cariño inmenso con los niños y niñas, pero no hemos tenido contacto físico. El desafío entonces es cómo poder encontrarse con todo ese grupo humano después de toda la comunicación online, por pantalla. Cómo volver a conectarse con todas las personas, llegar a conversar ya sea para contener o simplemente para encontrarnos. Yo creo que Tendremos que vivirlo para aprender a sobrellevarlo.
M: Fue bien sorprendente reconocerse (en el proceso de vacunas) y descubrirse debajo de todos los EPP (Mascarilla, careta fácil, buzos, etc.). Los apoderados me daban los datos y después me reconocían, fue toda una anécdota. Además, los niños están en una edad de cambios bruscos y no verlos en 7 meses fue encontrarlos y verlos muy irreconocibles. Nuevos looks, nuevos cortes de cabello; los adolescentes cambian mucho. Detrás de cada uno de ellos igual hay una especie de represión, porque no podemos abrazarnos, no podemos estar muy cerca. Esto sin duda nos vuelve más tímidos y distantes. A todos los conozco desde muy pequeños y verlos fue muy impactante. El cariño está y yo creo que hay reencontrase, descubrir cómo entregar ese cariño y detectar cómo canalizarlo. El factor humano no se transa, es el sello de la enfermería. El gran desafío será entonces cómo acompañar al otro, pero desde un poco más lejos.
Finalmente, ¿Algún consejo para padres y apoderados por el uso de las pantallas?
M: Es algo que hemos intentando abordar, una de las cosas que ha provocado la pandemia es llevarlo todo a la casa: estudio, trabajo, recreación, alimentación, colegio, etc. Lo más preocupante y el consejo más apropiado para los apoderados –a través de recomendaciones que hemos recibido de expertos- es que se establezcan ordenes, hábitos y horarios. Que los niños sepan a qué hora pueden jugar libremente y cuándo es el momento de estudiar. Tiene que existir un lineamiento de desconexión de las pantallas y espacios para comunicación entre la familia. Si tenemos momentos para compartir, que sea sin televisión, sin celular. Además, la higiene del sueño es fundamental para nuestro bienestar.
P: Fue el momento de aprender a convivir en familia y también es el momento de darle atención a la actividad que estoy haciendo, no hacer varias cosas a la vez. Es importante que también sigamos aprendiendo y que niños y padres puedan complementarse entre sí.
M: ¿Qué hemos aprendido en esta pandemia? Tendemos a destacar lo que nos falta, pero también hemos aprendido a ser flexibles, ser tolerantes, manejar nuestras emociones y ser empáticos a la hora de compartir todos los días con las mismas personas.